Era la noche que recordaba
aquella voz, aquella mirada;
detrás de las estrellas
donde solo ella habitaba.
Era su pura conciencia
de madre perfecta,
donde la veía tranquila
detrás de su pupilas.
Creía que se había ido
y sin pensarlo escuché
un susurro del ayer
para que la pueda volver a ver.
Sentí frío y tristeza
recordando, y a la vez extrañando,
a mi madre que pronto se fue
de la tierra pero no de mi ser.
Fueron los pasos helados
de una noche atrás,
cuando volví a mirar el cielo
y la descubí cenando a mi lado ...
- . Santiago . -