lunes, 1 de febrero de 2010

- Sobre la arena mojada -



… por donde quieras que tú vayas yo te buscaré, para hablarte de amor lejos de babylón (1)

El destino nos llevo nuevamente a volver a cruzar las miradas como hace un tiempo atrás, mirándonos más de cerca para sentirnos dueños de las caricias pasadas que regresan en un hostil viaje hacía el otro lado del charco, donde por primera vez la naturaleza nos iba a rodear acompañando de playas asombrosas que pudimos pisar y caminar por la orilla de aquel mar tomados de la manos como el sueño de ambos. La ternura en el cuerpo de la mujer que junto a la simpatía de su voz condeno minuto tras minuto el desahogo de la pasión que nunca se interrumpió dentro de aquel nido que se formó por un par de barrillas y lonas que lo cubrían para así encerrar la nostalgia del ayer y arrancar con el presente que tanto miedo les dio pero al final supieron que era totalmente la razón.

El viernes se aproximó en un amanecer cálido y veraniego; lejos de mi ciudad pero cerca de aquel lugar donde el cálido abrazo y las más bellas caricias fueron las que cautivaron de a poco los sentidos a mi motor del amor, para así poder volver a verla. La soledad que no dejaba pasar las horas para esperar el día siguiente donde al pasar el mediodía se iban a volver a ver estos dos individuos cuyos nombres permanecen intactos frente al espejo del ayer, frente al reciente amanecer.
La playa que la encontré desierta, frente a un mar traicionero donde la corriente se disfrazaba de parca y te sumergía hacia lo más profundo dejándote sin fuerzas para volver a la orilla; donde los niños paseaban con sus cuadriciclos por los hermosos medanos que tanto construyó la naturaleza y que ellos de a poco la van asesinando, sin tener quizás conciencia del momento, pero sin la necesidad de dañan lo que alguien que no se va a saber nunca nos dio esos hermosos paisajes. Pero bueno, ponerme hablar de esto sería como irme un poco del tema por eso voy a volver a ese lugar, metalizándome en todo lo que viví, escuchando a mi corazón que de a poco me va devolviendo los momentos en imágenes únicas e imposibles de que alguien las pueda llegar a entender.
La noche de ese viernes no pasaba más, bajo un cielo estrellado sentado en un médano mirando el mar miraba las agujas del reloj que no pasaban y yo ansiando más su llegada a mi cuerpo donde después de mucho tiempo el desahogo de las palabras y abrazos se iban hacer presentes en varios días por caminar.

Los días ya a su llegada, fueron los más deseados y esperados por los dos; dentro de aquella terminar la vi bajar y de ahí corrí en busca de sus brazos donde el beso del reencuentro se hizo presente nuevamente sobre nuestros fieles cuerpos que esperaban desde hace tiempo ese momento y que por fin luego de muchos días, horas y tiempo se hacía realidad en un momento que solo yo entiendo.
La escapada hacia el nido del amor, donde de a poco los abrazos y el enredo de palabras hacían volver el viaje al cielo, para así, estar sumergidos bajo un mar de estrellas y con la sola luz lunar que ellos conocen desde hace años y que nadie se las ha podido negar y mucho menos apagar. El silencio en el camping con el solo sentir de los latidos de ambos corazones y el ruido de los grillos al costado de la carpa, sobrevolando un inmenso sueño echo realidad y esperado desde hace tiempo pero que hoy con el paso de las horas hacía brillar las sonrisa de los dos, sumergida en un mar de encantos que de a poco daba la razón de las ganas de estará allí donde los más cercanos saben y que muchos no comparten, pero con el fin que solo para que se haga realidad tienen que ser dos personas y nada más.-
Sobre la playa el caminar por la orilla tomados de la mano, bajo un sol que calcinaba a los dos para poder abordar sobre un parador y tomar algo fresco, los licuados bien fríos que calmaban un poco la sed y el esperar el atardecer para marcharse otra vez al nido del amor que fue el único testigo de sus caricias, celos y embriagador amor.

Los días fueron pasando, entre camping, playa y centro fueron encendido nuevamente el foco de la desolación que ambos encontraron en si mismos, con algunos deslices naturales en una pareja que aún entiende de su amor pero que no entiende de los celos cotidianos por el ayer prohibido e ingenuo, por el ayer abandonado y que hoy ya no se quiere presentar más sosteniéndose en un verdadero presente que es el más cálido y sobre todo esperando otra vez el encuentro, pero que esta vez será en la ciudad donde el ruidaje les hará recordar más que nunca aquellos días donde solo el ruido del mar era testigo de sus gritos y de sus presencias en días festivos donde tomados de la mano supieron recorrer las hermosas playas que solo los dos van a entender y jamás explicarán el porque.-

Es así que un nuevo verano diferente se arrimó a nuestros cuerpos, quizás nunca imaginado por aquel lado sino que por este, pero cuando la idea fue principiante nadie dudo y de ahí solo pensé ¿qué podrá pasar? Al menos lo que pasó sea bueno o malo lo recuerdo en cada momento de mi razón.

A vos, Gracias por esos días y por cada día !

- Santiago -

5 comentarios:

Negrito dijo...

COchino la foto dice todo

Anónimo dijo...

que linda semanita tuviste amigo.me alegro que hayan pasado muy lindo.

beso enorme
anita

Anónimo dijo...

muy linda historia de los dias que pasaste con ella, ojala seas feliz nene porque te lo mereces.

beso grande. sofi

BRUJITALOLIS dijo...

QUE TORRIDOS E INOLVIDABLES ESOS AMORES DE VERANO,NO SE OLVIDAN AUNQUE PASE EL TIEMPO Y VIVAS OTRAS COSAS,POR ESO ¡A DISFRUTARLO!BESITOS

- Piojo - dijo...

- Loli, no es amor de verano sino que es el verdadero amor desde hace unos años ya.

Saludos,
Piojo.-