miércoles, 21 de abril de 2010

- Volviendo a escuchar su voz -



... es tu canción la que quiero oír en mi voz (1)

La bruma sobre la noche
que invade la oscuridad
sobrevuela con aquella voz
que se volvió a escuchar.
Encerrado en un laberinto
camino bajo el sueño
que busca la luz en el fondo
para hacer pasar rápido el otoño y el invierno.
Las hojas que caen despacio
de aquellos árboles del pasado
reflejados por la luz de la luna
se sientan a esperar, lo que algún día volverá.
Sin destino acertado
ni pasado olvidado
sigo caminando por el costado
del abismo que ayer era un sismo.
Complementando los días
que restas las horas impares
contradicen al tiempo de esperar
la caricia que algún día volverá a llegar.
Sin tentar al diablo
pero sin acariciar a Dios
me escondo del mundo
para seguir escuchando esa dulce voz ...

- Santiago -

1 - Tripa y Corazón - La Renga.-

jueves, 15 de abril de 2010

- Chubasco -



... soy como un barco fantasma bajo tu luz (1)

Charcos anclados
bajo las baldosas flojas
sobre la vereda otoñal
que recorro en esta ciudad.
Lejos de aquel destino
que se metió en un laberinto
y atrapado sin el aliento
lo prohíbe avanzar en cada momento.
Silencio ambiguo
de furtivo tiempo
que recorro y camino
sobre las veredas de mi otoño.
Buscándola sin encontrar
el dulce sabor de su voz
me siento a recordar
lo que hace un tiempo atrás fue verdad.
En el silencio me encuentro
con aquel viejo momento
donde una luna de Junio
ilumino mi sentido.
Ahora que todo es gris
y que las aves ya no vuelan
me pregunto a dónde iré
cuando pase esta tormenta ...

- Santiago

1 - La luna en fez - Skay Beilinson.-

lunes, 12 de abril de 2010

- Crepúsculo -


... Dios no está en los detalles de hoy (1)

Noche sin luna
penumbra sobre el mar
inocencia veloz
de lo que resta por de más.
Conciencia de tranquilidad
sobre culpas expertas en destruir
aquel recuerdo que persigue
la pureza de lo real.
Los fantasmas que por las noches
son almas expertas en desafiar
los sentidos de la identidad
que permanece en mi realidad.
El grito, el desahogo y el dolor
que yo siento al escuchar
la voz que sola se fuga
al momento de volver a soñar.
El presente sigue en busca
de lo que se extraña al tirar
las cartas sobre la mesa
para intentar volver a empezar ...

- Santiago -

1 - Flight 956 - Indio Solari.-

lunes, 5 de abril de 2010

- Nebulosidad -

... el desamparo y la humedad comparten colchón (1)

Ya por caer la noche, en penumbras enciendo la pequeña estufa que habita en el rancho de mi clandestinidad, intentando sumergirme en el profundo silencio hospitalario que brinda el lugar, para así poder acoplarme de manera sencilla a la noche fría y tormentosa que habita este pueblo. El cielo cubierto por las nubes de lluvia y frío, sin dejar ver las estrellas y la luna llena que hoy grita su ausencia mediante tristes cantos de Búhos que entre los árboles del bosque buscan antricherarse antes de salir a la caza diaria. Entre la madera que se quema, se ancla una llama poco luminosa, que da melancolía a momentos de confusiones sobre el más impido momento crucificados de toda esperanza que anhela mi sentido, donde las raíces de mi flor ya son brotes caídos por el frío que no dejan avanzar sobre el mismo camino.

Sentado mirando por la ventana, miro de reojo una vez más las hojas en blanco que se aproximan sin intermediante a mis manos, cerca de la mesa ratona que se postra debajo de la ventana esquinada hacia la estufa a leña. La silla que de a poco se acomoda, la música que se apaga y el momento de profunda soledad comienza a nacer; de a poco el faro ilumina el pueblo donde ya nadie sale de sus ranchos, ni hasta el almacenero que al caer la noche cierra sus puertas hacia otro día. Tinta ajena por detrás y el recorrido de un trip ya conocido y embriagador, de alegría y tristezas, de soledad y compañerismo en los mismo tiempos donde al reinar la noche se extraña aquel sonido de su voz que de pronto se hace sueño y al mismo tiempo forma el eco dentro de mi cuerpo.
Solo con el viento y el mar, una botella de vino vacía por demás; un vaso casi lleno de lo que resta por tomar es donde la desolación comienza a cautivar mis sentidos; donde al pensar y recordar me hace llegar un poco más lejos, sin la tristeza de que no te tengo ni te veo; pero sí con la que quizás jamás no te pueda volver a encontrar.
Extrañando sus caricias, la soledad invade más aún dentro de mi cuerpo;'tan soleado eran los meses pasados que ahora ya ni el brillo del sol ni el de la luna me pueden alumbrar', miro por aquella pequeña ventana las ramas de los árboles moverse muy de prisa, regalando al suelo sus hojas secas y cautivando el otoño presente que hace retomar el frío, dejando atrás los cálidos momentos vividos.

Anclando la mirada fija al fuego, vuelvo a pensar en la reina que habita mis latidos en forma permanente, que con su triste latir me hace perder de una o de otra manera la forma de pensar, la forma de poder estar cerca y sobretodo la forma de poder hablar sin miedo a su respuesta, gritos y enojos por su dolor del ayer que hoy ya no puede perdonar y ni quiere poder olvidar.
Los besos en su despedida, el abrazo de un adiós por retomar; las palabras que aún son leales y los sentidos que no se apagan ni se dan a la fuga; son lo que de alguna manera me hacen seguir de pié, dentro de mi pensar y de mi sentir nadie hace desaparecer el dulce sonido de su voz; ni tampoco la hacen callar por más de la triste realidad.

Pese a todo eso, el pensar y mis palabras siguen siendo la maquina de mi andar, por eso al elevarlas sobre aquellas hojas en blanco ya escritas me hacen desahogarme en el intento de volver a hundirme en un vaso de agua turbia lejos de mi sentir, de mi sonrisa y de mis ganas de seguir buscándote ...

... se eu tivesse o mar e você do meu lado agora, seus olhos iam me seguir sua presença fortificar (2)

- Santiago -

1 - Quién me ha robado el mes de Abril - Joaquin Sabina.-
2 - Espero que um dia - Natiruts.-

domingo, 4 de abril de 2010

- Desamparo -

... extraño el tono de su voz (1)

Sobre las calles casi desiertas del pequeño pueblo, atragantado por su oleaje otoñal frente al océano de hermosas playas clandestinas; donde se encuentra el profundo silencio de las voces desaparecidas. La tolerancia del silencio, que se opaca en varios momentos por el sutil ruido del mar y del viento, haciendo así pasar las grises nubes por el cielo desamparado, triste y apagado.
Saliendo desde muy temprano a caminar sobre aquellas calles casi desiertas, con el mate y la semilla que te da la sonrisa momentánea; me sumergí en la playa donde se encuentran los pequeños y efímeros botes que quedan de aquellos pescadores; moviéndose tan de prisa por la corriente de un océano embrujado tratando de como todos los días salir en busca de la presa que los alimenta para así poder sobrellevar el frío otoño e invierno que les espera de ahora en más hasta la vuelta del otro verano.
Con pantalón deportivo y el buzo puesto, llego a esa playa para poder caminar un poco buscando el aire que calma el ardor las heridas, llegando al lugar donde el oleaje pega muy fuerte contra las rocas formando así una espuma pura que queda rodeando las pequeñas y grandes rocas que me dan un poco de asilo, y así poder mirar el mar más de cerca. La corriente que hace pequeños chupones sobre la playa, pero la tinta que sale a recorrer la hoja un poco ya escrita intenta desaparecer los ahogos de mi desolación, de mi celo sin carburar y de mis sueños ya por acabar.
Con el seguimiento de su cuerpo delante mi pensamiento, de su ser que de a poco va despojando toda la bronca acumulada por mucho tiempo por el más pálido momento pasado que no sabe como perdonar; pero con la esperanza por parte mía de mantener un poco aquella llama que aún sigue viva pero con pecas de arena que intentan apagar del todo lo que aún puede seguir.
La ausencia de su voz, caricias y abrazos hacen un hueco en el infierno que no para de arder, llevándose así todo el oleaje de un mar desierto, alejado de toda ciudad imperial, aquel momento donde el pensamiento y el extrañar se hace aún más oscuro y pedante, pero que a su vez lo lleva a estar un poco a su lado pese a la ausencia de todas sus cosas frente a mis ojos humedecidos por la sal de este mar.
Sintiendo el vacío más de cerca y las caricias lejanas, intentando olvidar por un segundo el presente que me gobierna vuelvo a caminar sobre la arena húmeda, donde sobre la orilla del océano veo el final del oleaje pero que al segundo se vuelve a encender sin miedo a lo que pueda pasar; volviendo a buscar el sueño de un ayer en ella e yendo más a fondo de lo que fui antes de comenzar a lastimarla.
Pero aún así sigo, con los ojos humedecidos por extrañar su voz, y con la paz que me da el saber que aún sigue viva dentro y fuera de mi cuerpo, lejos o de cerca se que aún podría estar esperando y esperando.
Mirando hacia todos lados, encuentro un faro ya casi por encenderse y a él me uno para ver la escapada del sol aunque las nubes de la tristeza tapen el hermoso color que se sumerge en él. Pero ahora desde más arriba veo un cielo aún más apagado, ya con la tenue luz que queda del sol y esperando poder ver alguna estrella para saber que su brillo es aún mis ganas de seguir aparece de un segundo a otro, soplando un fuerte viento que despoja las nubes del cielo y ahí la pude ver, ella sola sobre un cielo que solo permite poder ver a ella.
Tan raro es el momento donde al llamar todo se vuelve terco y oscuro, simplificando el amor con los gritos momentáneos que no tienen que estar presentes por más odio y bronca que puedan presenciar ese triste momento.
Las culpas que me llevan a buscar y buscar el perdón de un alma sencilla, intentando sin más argumentos poder volver a estar tan solo un segundo frente a esos ojos parecidos a los de la Vía Láctea y que aún con la pena sobre el rostro pueda acariciar su pelo, su cuerpo y besar los labios que me niegan el volver por el momento, pero que solo su corazón sabe que en el mañana nos volveremos a ver para poder seguir vivos en este mundo que de a poco nos desarma y nos deja sumergido como un barco en el fondo del mar. Rebuscando parte de sus cosas que me siguieron hasta este lugar, miro una vez más la foto y la pongo junto a la orilla del mar. La ola que no la tapa y la espuma que solo la rodea deja la marca de un papel húmedo que luego se secó con el calor del pensamiento continuo que pasa por este lado y seguro que por aquel también pueda que haya pasado.

... será que el último verano se escapó en otro metro,que en este vagón no sale el sol, que ayer no llamaste por teléfono (2)

El triste cielo que no le da lugar a la presencia del sol y el frío aún más intenso que desahoga el triste grito hacia los cuatro vientos que se presentan cada día; liderando la ola de la última partida y del último adiós a las profundidades del cristalino mar ya por apagarse para que pueda volver a retomar la ola del ayer donde sobre ella fui lo que hoy ya no podría ser.
Mirando sin intentar pensar, me cuelgo a ver desde muy al fondo una pequeña barca hundida hace muchos años, pero que solo que la parte superior un poco a la vista desde la costa. Justo en un momento pensé en lo que me estaba pasando, ideándolo desde una manera bastante confusa en un espejo sobre aquel barco, que de a poco se fue hundiendo pero que jamás se pudo hundir del todo.
Extrañando tímidamente aquel cuerpo tibio y transparente que desde hace un tiempo se convirtió en frío y oscuro me envuelvo dentro de mis pensamientos para así tratar de frenar un poco el latido del corazón para así junto al dolor del pecho me puedo escapar hacia otra frontera, hacia otro lugar donde el sueño pueda ser sueño otra vez y que su voz vuelva hacia mi lado con la esperanza de tan solo por un segundo poder volver a ver aquel cuerpo tibio y transparente como lo fue en un ayer pero que hoy, con el miedo en su ser, lo intente cambiar por un segundo conmigo en la imaginación de la desierta playa de Los Botes.-

- Santiago -

1 - NTVG.-
2 - Será - Ismael Serrano.-