miércoles, 11 de febrero de 2009

Repique ...

Por lo alto al bajar, huérfanos escondites buscan nuestros cuerpos en celo; nuestra razón de estar juntos por más que nos conste. Las reliquias de un pasado inmóvil junto a los deseos del mañana convertidos en salvajes laberintos para sobrepasar el miedo a la traición y el miedo a seguir por este lugar. Nadie sabe de mi, ni menos de lo que soy, tal vez las calles de mis noches desveladas suelen conocer más de cerca al licor de tus hormonas, al fino latido de tu corazón bordeando las cascadas de mis llantos alargados. El norte y sur juntos por donde quieran que vayan, del otro lado oeste y este separados por fieles palabras desperdiciadas a la amistad que no es, a la verdad que es una mentira. Sepultando un hombre más, un señor con caudales educador del ser humano desaparecido por donde quiera que este, en los brazos de aquella mujer traicionera y embrujada de amores que no son y de mentiras sin verdades proclamadas.
Otro desierto triste pero real, desenfocando otro carnaval lleno de alegría y tristeza, pero con la misma meta del mañana; la simpatía antes todo y el dolor del ayer por apagar el maldito miedo al seguir amando, al seguir siendo yo; mi verdadero yo ...

'Un candombe en la cabeza que no es para bailar ...'

Santiago ...

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