martes, 3 de febrero de 2009

Una cruel realidad ...



La noche es serena
cálida lejos de tu caricia
mendigando a mis lágrimas
por momentos traicionados.
Jugaste de dos maneras
podías ver y no podías hablar
una cruel realidad te dejo
frente al mundo sin ya ser vos.
De amigables palabras
convertidas en mentiras
por solamente querer
hacer lo que no podías hacer.
Te atreviste y te encontré
y no supiste mirarme
te fuiste sin saludar
y dejaste una verdad por esperar.
Tu risa ya no es real
sos falluto y solo te caes
frente a los rostros de los demás
no podrás nunca regresar.
Mi lugar es donde voy
sin pedir permiso para ir
porque yo sé lo que es amistad
y jamás la podré sobrepasar ...

¡la gente decente es diferente nene!

Santiago ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

La gente por suerte, mala o buena, es diferente.
No logro entender por qué adoro tanto a esas viditas que oprimen, que te presentan lo que no deben y bebiendo de los peores vinos, te pasan la botella. Quizás al leerte lo entiendo un poco… o no.

Extraño a las pibas del boulevard, los abrazos del flaco y los mates lavadísimos de la vieja… pero en algún punto casi inconsciente todo muta, ellos se van o se hacen mejores, te los cruzas y no saludan, o por ahí si estás en una mala racha no los cruzas más.

Y una sigue buscando sueñitos ajenos para poder armarse una vida.
Fuck you! Te leí y sentí la misma caricia que al soltar el libro de Walt Whitman, para al fin saberme perdida.

El reloj marca los minutos
Pero ¿Y la eternidad?
¿Quién marca la eternidad?