miércoles, 5 de noviembre de 2008

Con la comparsa hecha ...



Cantinas repletas
de hombres tristes
llenan de murmullos
los silencios del presente.
Sus cuerpos mienten
y se anestesian
entre licores y juegos
clandestinos a su dependencia.
Niños en la calles
que los esperan al regresar
junto aquella moneda
con la que vos juzgas.
El terreno es sagrado
y volver a su lugar
fue el más triste reinado
que nunca supiese pasar.
Las notas que van al viento
se estrellan con el mar
sin veleros a sus costados
que los curan de su mal.
Ahora regresan
ya con la comparsa hecha
vuelven a golpear
las incoherencias de los demás.
Se sientan y solo piden
se inquietan por la ansiedad
que no los conduce a nada
y todavía quieren más ...


Santiago ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mendigando el pan