
Un murguero preguntó
¿donde habrá quedado el tren?
entre esta tormenta que aproximo
los pasos de la desolación.
La voz lejana respondió
[quedo cerca pero seguirá]
porque quedarse solo no sirve
si hay un amor por regresar.
Ellos dos pensaron
que hay detrás de un llanto
unas lágrimas respondieron
dolor, ternura y tristeza.
Pasaron juntos la vida
y nunca nadie los guío
hoy se sientan a mirar el cielo
para buscarse entre la razón.
Sermones que son bendecidos,
según el hombre un dios
amable, cortes y engañador
de un mundo partido en dos.
Viven, cantan, llorar y hablan
sonríen, se visten y salen a escena
bailan entre su tristeza y alegría
por más que hayan otros que les corten la vida.
Los caminos transitados
fueron los acertados
hoy saben que el mañana
es lo que los espera del otro lado.
La murga vuelve a cantar
y aquellas voces lucen el disfraz
de las madrugadas entrañables por llegar
para volver solo a celebrar ...
Santiago ...